Fuerza de rozamiento

Tras de un amoroso lance / y no de esperanza falto / volé tan alto tan alto / que le di a la caza alcance. Esto escribía San Juan de la Cruz en el siglo XVI, y yo, buscando por la red algo de material relacionado con las fuerzas que me sirviese para explicar qué son, cómo se miden, con qué, cómo se representan, etc., etc., y no de esperanza falto, me he tropezado, con un estupendo material que voy a proponer para el alumnado de Tecnología Industrial II. Y es que de los errores también se aprende y yo, de este tropiezo, voy a sacar partido.
Hablando de conservaciones de la energía, de rendimientos y pérdidas, llegamos al tema que nos ocupa, la fuerza de rozamiento (nada seríamos sin rozamiento: ruedas que patinan, paracaídas que no se abren, tazas que nos resbalan de las manos…), que para ganar eficiencia hemos de minimizar. Como el primer paso para vencer a un “enemigo” consiste en conocerlo bien, en clase ya concluimos que la fuerza de rozamiento es:
1. Proporcional a la fuerza normal que los cuerpos ejercen (N= m.g) y al coeficiente de rozamiento (m).
2. Independiente de la velocidad de traslación de los cuerpos.
3. Independiente de la extensión o área de las superficies en contacto.
4. Dependiente de la naturaleza de los materiales en contacto. Mayor, en principio, si los cuerpos son del mismo material a si se trata de distintos materiales (a la sabiduría popular pertenece el dicho de que “no hay mejor cuña que la de la misma madera”).
5. Mayor al iniciarse el movimiento, rozamiento estático, que durante la marcha, rozamiento dinámico (a todos nos cuesta “arrancar”).

El material trovado, excusa para esta entradilla, pertenece a Educastur, y se trata de una infografía, con definiciones sobre fuerzas y acciones, las leyes de Newton, las fuerzas de rozamiento y los sistemas de fuerzas no inerciales. Dispone de un laboratorio virtual y de teste de autoevaluación. Que lo disfrutes:

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