Tabletas y portátiles

Una tableta es un ordenador portátil de mayor tamaño que un teléfono inteligente (smartphone) o una PDA, integrado en una pantalla táctil con la que se interactúa principalmente de forma digital (con los dedos o una pluma stylus), sin necesidad de teclado físico ni ratón. Estos últimos se ven reemplazados por un teclado virtual y, en determinados modelos, por una mini-trackball integrada en uno de los bordes de la pantalla.
El término puede aplicarse a una variedad de formatos que difieren en la posición de la pantalla con respecto a un teclado. El formato estándar se llama pizarra (slate) y carece de teclado integrado aunque puede conectarse a uno inalámbrico (mediante bluetooth, por ejemplo) o mediante un cable USB. Otro formato es el portátil convertible, que dispone de un teclado físico que gira sobre una bisagra o se desliza debajo de la pantalla. Un tercer formato, denominado híbrido, dispone de un teclado físico, pero puede separarse de él para comportarse como una pizarra. Por último los Booklets incluyen dos pantallas, al menos una de ellas táctil, mostrando en ella un teclado virtual.
Las tabletas parecen destinadas a convertirse en el perfecto sustituto de los ordenadores portátiles, al punto que la previsión de ventas para el 2013 prevé que en este año superen en ventas a estos últimos. Si primero se "comieron" a los netbooks, las tabletas tienen como objetivo "merendarse" ahora a los portátiles comunes. Las mejoras en el teclado táctil, los procesadores de doble núcleo y la expansión de la "nube", que sitúa la mayoría de los programas en los servidores de la red y no en el ordenador, juegan a su favor. Sin embargo, la tableta también tiene desventajas con respecto al ordenador portátil. A continuación, se relatan los pros y contras de cada opción.
A favor de las tabletas:
  1. Su peso y dimensiones. Caben en casi cualquier sitio, incluso algunas en un bolsillo amplio, por lo que son muy compatibles con la tendencia general de disponer siempre de la tecnología y estar conectados en movilidad. Los fabricantes no dejan de trabajar para que sean más delgadas y ligeras, siendo su límite el peso y las dimensiones de sus pantallas. Es muy posible que las tabletas del futuro tengan una tecnología de pantalla diferente.
  2. La llegada de LTE. La tecnología LTE, o 4G, supone la conexión a la red de datos móvil con un ancho de banda superior al que hoy se tiene vía router.
  3. La experiencia de uso de las pantallas táctiles. El ratón fue un gran invento, pero no deja de ser un intermediario entre la mano y el dispositivo.
  4. Los procesadores de doble núcleo. Los fabricantes de procesadores ya han comenzado el lanzamiento de los primeros modelos para tabletas con esta tecnología, que aumenta la potencia y reduce el calor generado. En el futuro pueden llegar a igualar la potencia de los ordenadores.
  5. El mercado de las aplicaciones para dispositivos móviles. A pesar de que dan poco margen de beneficio, los desarrolladores siguen centrados en diseñar programas para estos aparatos, lo que favorece que haya numerosas alternativas y mejoras en todos los campos: nuevos navegadores, programas de edición gráfica y de textos, videojuegos, etc.

A favor de los portátiles:

  1. El teclado físico. Siempre será una ventaja contar con un teclado físico, aunque los táctiles han mejorado mucho su precisión y los usuarios con pericia pueden teclear largos textos.
  2. La solidez. Las tabletas son todo pantalla, por lo que una caída puede suponer una tragedia. Los ordenadores, por el contrario, resisten bastante mejor, aunque no hay que tentar a la suerte.
  3. Procesadores más potentes. Todavía queda para que los procesadores de los ordenadores portátiles se vean igualados por los de las tabletas. Mientras los primeros aumentan cada mes su capacidad, los segundos apenas dejan de ser versiones iniciales.
  4. Sistemas operativos maduros. Windows, Mac OS y las versiones de Linux para ordenadores tienen un largo historial de mejoras, que los hacen mucho más sólidos como sistemas que sus homólogos para tableta, donde todavía se aprecia cierta improvisación y problemas con las actualizaciones, en especial en Android. Son una garantía de estabilidad.
  5. Programas consolidados. Aunque han mejorado mucho en los últimos tiempos, los navegadores para tabletas todavía tienen algunas limitaciones y problemas de usabilidad, mientras que los de los ordenadores acumulan una larga trayectoria y están muy adaptados a las necesidades de los usuarios. Lo mismo sucede en otros campos, como los editores de texto o de imágenes, que todavía son mejores en los ordenadores.
  6. Mayor conectividad. Debido a la búsqueda de la ligereza y la delgadez, las tabletas suelen contar con,  a lo sumo, tienen dos o tres puertos USB, y, con suerte, uno HDMI para transmisión de señal multimedia. Los ordenadores pueden tener más puertos y de diferentes tipos, además de ranuras para tarjetas que amplíen su memoria.
  7. Discos ópticos. Si bien es una tendencia a la baja, una parte del ocio digital todavía se consume mediante discos DVD. Las tabletas no los leen, lo que obliga a suscribirse a servicios en descarga de música y vídeos, que todavía no están maduros o no ofrecen una experiencia óptima. Con los ordenadores, el usuario tiene más alternativas.

Si todavía no tienes del todo claro qué prefieres, si portátil o tableta, te dejo una infografía elaborada para Eroski Consumer que te aliviará de alguna duda:

El nuevo producto de Apple.

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